Velas aromáticas e inciensos ¿cómo evitar peligros para la salud?
Velas que huelen bien, incienso que te hace viajar… Para evitar que estos pequeños placeres se conviertan en un peligro para la salud, descubre algunas reglas de buen uso.
Sinónimo de intimidad y convivencia, las velas aromáticas y el incienso se han hecho un hueco en nuestros hogares. Se utilizan para enmascarar los malos olores, para sentirse bien en casa, para crear un ambiente romántico o para hacer más cálida una habitación. Pero el mal uso de estos productos no está exento de peligro para la salud, como recuerda la Agencia Francesa de Medio Ambiente y Gestión de la Energía (Ademe), que aprovecha para dar algunas recomendaciones.
La primera conclusión de la Agencia es que una comparación de las emisiones contaminantes de varias barritas de incienso y de diferentes velas perfumadas muestra que los niveles de concentración son significativamente más altos durante y después de la quema de barritas de incienso.
Sin embargo, las velas emiten menos partículas que el incienso, pero partículas más finas y más óxidos de nitrógeno. Por lo tanto, ¡utilícelo con precaución!
Reducir la frecuencia de uso
Es importante utilizarlas con moderación y evitar encender una vela aromática nada más llegar a casa, por ejemplo. Es mejor reservar este uso para los momentos más apropiados, como cuando tienes gente en casa, o cuando necesitas tomarte un descanso durante el fin de semana. Sobre todo, debes evitar convertirlo en un proceso automático y encenderlo constantemente, lo que contaminará el aire del interior cada día y, por tanto, perjudicará tu salud de forma crónica.
Preste atención al tiempo de combustión
Reducir la frecuencia de uso es una cosa, pero también hay que procurar limitar el tiempo de combustión. Dado que las velas perfumadas, al igual que el incienso, emiten partículas finas durante y después de la combustión (emisiones de compuestos orgánicos volátiles), limitar el tiempo de combustión ya reduce en parte la difusión de estas partículas, que penetran especialmente en nuestro cuerpo y tienen efectos en el sistema respiratorio.
Así que no dejes que el incienso o las velas ardan durante varias horas, y mucho menos durante todo un día. Una vez que la fragancia se haya difundido en la habitación, apáguela y disfrútela un rato más.
Un producto a la vez
Encender una vela para aromatizar la habitación es una cosa, pero combinarla con incienso u otra fuente de olor en la habitación contigua potencia obviamente los efectos nocivos. Por ello, evitamos utilizar varios productos a la vez y alternamos según nuestros deseos…
Adaptar según el tamaño de la habitación
El tamaño de la habitación es importante: cuanto más pequeña sea la habitación, mayor será el riesgo de que las partículas finas se concentren en el aire interior. Así, por ejemplo, debes evitar encender una vela aromática o quemar barritas de incienso en tu baño de 5 metros cuadrados cuando te bañes…
Preferimos perfumar la habitación principal, que, sin ni siquiera abrir las ventanas, ya está más aireada porque el volumen es mayor. Además, no olvides que la duración de la combustión y el volumen de la habitación están relacionados: cuanto más pequeño sea el espacio, menos tiempo habrá que dejar arder la vela.
Recuerda renovar el aire
Estos productos emiten partículas durante y después de su uso, por lo que es fundamental ventilar la habitación donde se han utilizado. ¿Por qué necesitas hacer esto? Para renovar el aire interior y evitar así una concentración demasiado alta de contaminación en la habitación. Y para ello, sólo hay una solución: ¡abrir las ventanas durante al menos 15 o 20 minutos después de cada uso!
Fuente: Informe de la Agencia Francesa de Medio Ambiente y Gestión de la Energía: «Exposición a los contaminantes emitidos por las velas y el incienso en ambientes interiores»